Para recopilar los contenidos de la asignatura que hemos dado hasta el momento y motivar a los alumnos, en 2º de la ESO hemos vivido un BreakOut sobre la maldición de la novena sinfonía que durante tantos años ha estado presente en la música clásica.
Como ya sabéis y podéis leer en algún artículo anterior, un breakout consiste en abrir una caja con diferentes candados en un tiempo determinado. En este caso, teníamos que abrir 4 candados digitales y uno analógico con pistas repartidas por toda la sala.
Para empezar nuestro juego, se dividió a la clase en grupos de cinco personas y se les entregó un sobre con la historia inicial.
Una vez que nos pusimos en situación, teníamos que acudir a una sala donde se escondían todas las pistas para desvelar el misterio pero… ¡sólo teníamos 45 minutos para resolver el enigma puesto que la policía iba a volver al lugar para seguir investigando!
Una vez dentro de la sala, cada grupo fue a la zona donde se encontraba su caja y comenzó la búsqueda de pistas por toda la sala
Para conseguir abrir los 5 candados, los alumnos tenían que superar una serie de retos:
-Para el candado de 3 dígitos numérico, tuvieron que encontrar pistas de una sinfonía esparcidas por toda la sala. Al formar las tres partes, tenían unas operaciones matemáticas por detrás que tenían que resolver con las duraciones de las figuras rítmicas, los silencios y la distancia entre los tonos y semitonos que estamos dando en clase.
-En el candado de 4 dígitos, los alumnos encontraron una noticia real de periódico con diferentes letras subrayadas en colores distintos. En la parte posterior del artículo, aparecía una corchea dibujada en rojo por lo que debían de fijarse solamente en las letras subrayadas en rojo. Como se trataba de cuatro números, debían de deducir que la letra se correspondía con la posición numérica que ocupaba en el abecedario para conseguir los 4 números.
-Para el candado de 5 letras, los alumnos debían de poner en práctica su audición descifrando el audio que encontraron con el correspondiente código morse. Existen programas que te generan un código morse automáticamente, os recomiendo que bajéis la velocidad del audio porque es una de las pruebas más complicadas.
-Para conseguir la llave que abriese el candado analógico, los alumnos debían de encontrar las piezas de la quinta sinfonía de Beethoven que estaban repartidas por la sala en 4 partes. Cuando lo formaban, aparentemente, estaba en blanco, pero debían de leer el mensaje secreto escrito con tinta ultravioleta. En este mensaje ponía “Crea un listado de 10 sinfonías con sus compositores y año de composición. Súbelo a instagram y menciona al cole @sdysv” Por lo tanto, vamos a usar instagram y las redes sociales como generador de contenido pedagógico ya que ese listado se difunde entre los seguidores de la cuenta que haya publicado.
-El último de los candados, también tenía cuatro dígitos numéricos por lo que debían encontrar esos 4 números. Para ello, encontraron un listado de musicólogos que habían prestado declaración con la policía para esclarecer los hechos y en el sobre inicial tenían un qr con el sello de la policía para enlazar ambas pistas. El qr les daba paso a un enlace de genialy donde estaban las declaraciones de los sospechosos. Cada sopechoso estaba enlazado con una canción. Cada canción tenía por título el nombre de una persona.
Los alumnos debían de asociar esas canciones con los nombres del listado y con la hora de su declaración para conseguir los cuatro dígitos en orden.
El gran potencial de estos juegos de escape es el aprendizaje cooperativo que generan. Todos se ayudan entre todos para llegar al resultado final de forma conjunta. Cuando un grupo abre una caja no acaba el juego, si no que se va con el resto de grupos a explicar los procesos de apertura de los candados que les quede por abrir ya que el juego acaba si y solo si todos ganan y descubren el final. En este caso, en cada caja había unos caramelos y un trozo final de un mensaje que consiguieron formar cuando abrieron todas las cajas descubriendo el final de la historia:
Al acabar el breakout, hicimos una recopilación de los objetivos de aprendizaje que perseguía en cada prueba y repasamos contenidos musicales que me interesaban en el aula. Como ejercicio de metacognición para reflejar lo anterior, los alumnos reflejaron en su portfolio la experiencia vivida. Os dejo algunos ejemplos.
Para finalizar, van a ser los propios alumnos quien van a generar un breakout con contenido de historia, música y religión para el día de puertas abiertas del colegio, creando de este modo un contenido transversal sobre las misiones e interdisciplinar con las tres asignaturas mencionadas anteriormente.
En estos links podéis leer las impresiones sobre lo vivido contado por los propios alumnos para que comprobéis el impacto:
Como podéis leer, la experiencia para los alumnos es muy enriquecedora, favorece las relaciones personales y el ambiente de la clase y tú…¿a qué esperas para crear tu propio breakout?
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